El abuso crónico de laxantes ocasiona estreñimiento crónico y se presenta en tres formas.
El colon catártico es una consecuencia del uso prolongado de laxantes irritantes, por lo general durante 15 o más años.
Un paciente con colon catártico no presenta diarrea, fiebre o sangre en las heces. La mucosa rectal no es friable, y los hallazgos en la rectosigmoidoscopía son normales excepto por la posible presencia de melanosis coli.
Un colon catártico se diagnostica mediante un colon por enema de bario, por lo tanto es ante todo un diagnóstico radiológico.
Los hallazgos radiológicos son: Atrofia y acortamiento del ciego y la válvula ileocecal. El cambio más importante es el colon de aspecto tubular debido a la disminución u ausencia de haustraciones, que se extiendes hasta el colon descendente. No se observan ulceras en el colon.
El diagnóstico diferencial de los hallazgos radiológicos incluye la enfermedad inflamatoria intestinal y la amebiasis.
El efecto sistémico de la inflamación crónica por abuso de laxantes es el desequilibrio hidroelectrolítico por la pérdida fecal de sodio y potasio que nos da pistas en el diagnóstico.
Específicamente, los pacientes que presentan pérdida de potasio, tienen síntomas como debilidad muscular, alcalosis metabólica, hiperaldosteronismo, y sed crónica.
La mayoría de los laxantes estimulantes son muy irritantes la mucosa intestinal y su uso continuo debe ser evitado.
El segundo grupo de consumidores de laxante se compone de los pacientes con trastornos alimenticios como la bulimia nerviosa, que se estima que se presente hasta en el 19% de las mujeres en edad universitaria.
La bulimia es distinta de la anorexia y se caracteriza por atracones secretos de comida, seguidos por varios métodos de purga, como laxantes, diuréticos y el vómito auto inducido.
Estos pacientes pueden desarrollar graves trastornos metabólicos y taquiarritmias ventriculares. La muerte súbita puede ocurrir y puede ser anunciada por cambios electrocardiolográficos.
El tercer grupo de pacientes con abuso crónico de laxantes incluye a aquellos que usan laxantes a escondidas y presentan diarrea de causa desconocida o con anomalías metabólicas relacionadas con el mal uso de laxantes a largo plazo.
Una característica esencial del trastorno es la negación por parte del paciente que él o ella toma laxantes.
Un cuadro clínico similar puede observarse en el contexto del síndrome de Munchausen, en la que el paciente toma o administra laxantes a sus niños.
Los pacientes llevan al menor a por lo menos un examen médico inicial diseñado para descartar infecciosas, enfermedades inflamatorias, metabólicas y neoplásicas antes de considerar el comportamiento abusivo. Estos estudios suelen arrojar resultados normales. Algunas anomalías metabólicas mencionadas anteriormente pueden estar presentes.
Un estudio diagnóstico para el abuso crónico de laxantes puede incluir un examen de sangre y orina en busca de las sustancias activas de los laxantes. Los laboratorios clínicos ofrecer una espectro de determinaciones de sustancia como el bisacodilo y dantrón.
Antes de su retirada del mercado, el abuso de fenolftaleína se detectaba por cambio a color rosado por la alcalinización de las heces con hidróxido de sodio.
La rectosigmoidoscopia por si solo puede determinar el diagnostico cuando se observa zonas oscuras en la mucosa por melanosis coli.
La melanosis coli es la pigmentación de la mucosa por acumulación de melanina en los macrófagos en la lámina propia y puede comenzar dentro de 4 meses de abuso de laxantes crónica.
La pigmentación es más frecuente con el uso de derivados de antraceno, incluyendo cáscara sagrada, aloe, y Senna.
Cuando el diagnóstico es todavía dudoso en un paciente con estudio normal, es necesario el internamiento, y la observación con lo que el paciente mejora.
Un gran volumen de las heces de 500 a 1000 ml o más indica diarrea secretora, y las heces se examinan para determinar el sodio, el potasio y la osmolalidad.
Dado que los laxantes no son adictivos, las personas que los utilizan subrepticiamente presentan un estado psicológico grave, por lo general ansiedad, depresión o la enfermedad crónica ficticia con síntomas físicos, también conocido como síndrome de Munchausen.