La fisura es un desgarro o herida que se encuentra en el ano muy cerca a la piel.
La causa más importante es el traumatismo provocado por la materia fecal al pasar por el ano en forma dura y con esfuerzo, aunque no es una regla ya que muchas veces se provoca por evacuaciones diarreicas.
Todo paciente con esta enfermedad debe ser investigado ya que se puede asociar a enfermedades inflamatorias como colitis ulcerativa, sífilis, herpes, HIV, leucemia e incluso neoplasias.
La principal manifestación de una fisura es el dolor, que inician posterior a evacuación dura, una diarrea grave o el consumo en excesos de irritantes.
El dolor es desencadenado principalmente por la evacuación, lo que ocasiona que el paciente por temor a ir al baño aguanta las evacuaciones provocando mayor estreñimiento y agravando más el problema.
El dolor generalmente va acompañado de sangrado rectal, fresco, muy escaso que mancha el papel, o el bolo fecal con estrías de sangre.
El tratamiento inicial es médico y consiste en disminuir el dolor, provocar relación del esfínter anal para evitar el traumatismo y muchas veces favorecer la cicatrización de la fisura con medicamentos en forma de pomadas. Además debemos favores evacuaciones de consistencia pastosa con ablandadores de materia fecal y dieta rica en fibra.
Solo se tratan con cirugía las fisuras crónicas.
Se han utilizado múltiples medicamentos para evitar una cirugía como los antagonistas de calcio, la nitroglicerina, el botox, la toxina botulínica, que son efectivas en el manejo de una fisura aguda, sin embargo en caso de fisuras crónicas la recurrencia es alta. El método quirúrgico mas aceptado para tratamiento de una fisura crónica consiste en seccionar parcialmente el esfínter anal, lo que va favoreces la curación de la fisura y va evitar la recidiva de esta.