Históricamente, numerosos procedimientos han sido descritos para el tratamiento quirúrgico de las hemorroides sintomáticas, incluidas las de Buie, Fansler, Ferguson, Milligan-Morgan, Parks, Salmón, y Whitehead.
La hemorroidectomía está indicada para el tratamiento de hemorroides interna y externa Grado III y IV, especialmente en pacientes que no responden a otros métodos de tratamiento o aquellos con enfermedad extensa o sangrado persistente.
La necesidad de una intervención quirúrgica es frecuente, un 20% de los pacientes con enfermedad hemorroidal sintomática requieren un procedimiento invasivo, como la hemorroidectomía quirúrgica.
En el momento en que el coloproctologo aconseja la cirugía de hemorroides, se deben responder todas las dudas para cumplir las expectativas del paciente detallando la recuperación postoperatoria, complicaciones potenciales y el resultado funcional.
La hemorroidectomía abierta, también conocida como la hemorroidectomía de Milligan-Morgan, se realiza más comúnmente en el Reino Unido. Esta técnica consiste en la extirpación de los componentes internos y externos de las hemorroides, la ligadura con sutura de los pedículos hemorroidales. El defecto interno de la mucosa se cierra y la incisión de la piel se deja abierta para que cicatrice por segunda intención en un periodo de 4 a 8 semanas.
La hemorroidectomía cerrada, o la hemorroidectomía Ferguson, más comúnmente utilizados en los Estados Unidos, es una técnica similar a la abierta excepto que la piel se cierra con el mismo material y en forma continua a la herida de la mucosa anal.
Aquí en México debido a las diferentes influencias que existe en cada escuela las técnicas que se utilizan son variadas, sin embargo, existe una fuerte tendencia de todas las escuelas a dejar las heridas cerradas.
Personalmente me gusta más la técnica cerrada modificada, en la que se liga el pedículo hemorroidal en con material de sutura absorbible de mayor resistencia, se cierra la mucosa en forma independiente de la piel, y en doble sentido (proximal a distal y distal a proximal) ya que permite una mejor hemostasia, y la piel con sutura separada.
Aunque el resultado de la hemorroidectomía abierta y cerrada tiene tasas de éxito muy alta, y tal vez nunca se alcancen con las técnicas nuevas, el dolor postoperatorio significativo sigue siendo un obstáculo importante.
A diferencia de los procedimientos en consultorios donde los pacientes pueden regresar a sus actividades normales con bastante rapidez, los pacientes que se someten a cirugía de hemorroidectomía no son capaces de volver a su rutina normal en aproximadamente 1 a 3 semanas.
El dolor severo puede ser manejado con éxito mediante una combinación de analgésicos narcóticos, los AINE, relajantes musculares, y los tratamientos locales, tales como baños de asiento.
Se realizó un estudio de evaluación de la técnica abierta y cerrada para determinar cualquier diferencia, comparando los tiempos de funcionamiento, la necesidad de analgésicos, estancia hospitalaria, tasa de morbilidad, la duración de la incapacidad para trabajar, y el tiempo de curación.
Se concluyo que no existen diferencias considerables respecto al tiempo quirúrgico, tampoco hubo diferencia significativa en la duración de la estancia hospitalaria o la duración de la incapacidad para trabajar. El tiempo de cicatrización promedio fue significativamente menor con hemorroidectomía cerrada, o técnica de Ferguson en comparación con hemorroidectomía abierta. Los pacientes que se someten a hemorroidectomía con la técnica de Ferguson tienen más probabilidades de requerir medicamentos para el dolor inicialmente, aunque su cicatrización es mucho más rápida.
Usted que prefiere menos dolor y más convalecencia o más inicial y menor convalecencia?. Difícil elegir verdad.
Una opción importante actualmente es la bomba de infusión peridural que proporciona al paciente una analgesia eficaz en el postoperatorio inmediato.