El Quiste Pilonidal o mejor denominado Enfermedad Pilonidal consiste en la formación de un seno o cavidad localizada en la proximidad de la línea media de la región sacro coxígea. Se asocia con la presencia de uno o varios pelos y la consiguiente reacción inflamatoria e infección agregada.
En cualquier momento sin embargo es más frecuente entre los 15 a 30 años de edad, mas en varones que generalmente son más velludos aunque también se presente en mujeres sin pelos en la región.
No se sabe con exactitud la causa, la teoría más aceptada es aquella que menciona una infección primaria en la piel del pliegue intergluteo o hendidura natal con la formación de un seno, el cual una vez establecido, es penetrado por pelo.
Otra teoría es en la que los folículos pilosos se distienden con queratina secundariamente son colonizados por bacterias por lo que se desarrolla foliculitis y abscesos que se extienden a lo largo del tejido subcutáneo.
La degeneración maligna del quiste pilonidal es extremadamente rara, estos degeneran a carcinoma escamoso bien diferenciado, siendo el tratamiento usual la resección quirúrgica amplia y la radioterapia coadyuvante.
Se deben diferenciar dos formas de presentación, la fase aguda y la fase crónica.
En la fase aguda, el síntoma más frecuente es la aparición de una tumoración dolorosa hacia uno de los lados de la línea media de la región sacro coccígea con o sin drenaje espontaneo del material purulento, por lo tanto se asocia a dolor, aumento d temperatura, hipersensibilidad local, escalofríos e hipertermia.
En la fase crónica de la enfermedad existen antecedentes de episodios similares, con drenaje espontáneo de material seroso o seropurulento continuo que mancha la ropa interior, con varios cuadros recurrentes.
El examen físico revela la presencia de uno o varios orificios secundarios en la región sacro coccígeo a menudo con un mechón de pelo que se proyecta a través de uno de ellos, con drenaje de material purulento, acompañado a veces de aumento de volumen y temperaturas locales.
En la fase aguda se realiza un drenaje quirúrgico con anestesia local en consultorio, y se debe lavar la herida y favorecer el drenaje del absceso varias veces al día. No se debe usar antibióticos en forma rutinaria.
A los 7 a 10 días del drenaje se debe realizar el tratamiento definitivo.
El tratamiento definitivo es quirúrgico y se realiza en fase crónica de la enfermedad, para esto existen múltiples técnicas de cirugía.
El cuidado posoperatorio es muy importante. Las visitas deben ser constantes inicialmente.
En las técnicas abiertas son fundamentales la irrigación, la limpieza y la eliminación de cualquier pelo próximo a la herida, así como el rasurado de la piel.
Las complicaciones más comunes son infecciones secundarias, formación de hematoma y dehiscencia de la herida; ambas retrasan en forma importante la cicatrización.
La complicación más temida es la recidiva de la enfermedad, es más frecuente en técnicas cerradas.